La armonía entre la posición, color, tamaño y forma de las piezas dentarias junto con la cantidad de encía exhibida al sonreír y el marco de los labios, son parte fundamental para una sonrisa estéticamente aceptable.

Dependiendo del tipo de sonrisa de cada persona, la exposición gingival considerada normal es de 1mm de encía entre el margen gingival de los incisivos centrales superiores y el margen inferior del labio superior. La exposición gingival de 2 a 3 mm aún se puede considerar aceptable; sin embargo, exponer más de 3 mm de encía se conoce comúnmente como "sonrisa gingival”. De manera general, cuanto más se exhibe el tejido gingival, menos estética resulta la sonrisa. La prevalencia de la sonrisa gingival oscila entre 10.5 hasta el 29% y compromete a la población entre los 20 y los 30 años de edad, afectando a mayor cantidad de mujeres que hombres.

La sonrisa gingival puede ser causada por distintos factores, entre los cuales están: la erupción pasiva alterada, exceso de crecimiento vertical del maxilar, condiciones que causan agrandamiento gingival, deficiencia en el largo o una movilidad excesiva del labio superior. Por tal motivo, es de suma importancia determinar la etiología de la sonrisa gingival antes de decidir el plan de tratamiento, para cubrir expectativas reales para el paciente, evitar recidivas o fracaso en el resultado clínico.

Para disminuir la exposición gingival se han empleado diferentes tratamientos, desde la aplicación de toxina botulínica o ácido hialurónico, el alargamiento de la corona clínica de los incisivos, la intrusión ortodóncica de los mismos con el uso de microtornillos, el reposicionamiento labial, e incluso hasta la cirugía ortognática cuando la etiología principal es el exceso de crecimiento óseo vertical.

Existen estudios que demuestran que el reposicionamiento de labios genera una reducción significativa en la cantidad de la exposición gingival y una mejora en la apariencia estética de la sonrisa.

Varias revisiones sistemáticas evaluaron los resultados a largo plazo de dos cirugías simultaneas: reposicionamiento labial y alargamiento de corona. Los resultados mostraron que dicha combinación quirúrgica proporcionó una reducción sostenida en la exposición de la encía y una mejora estética duradera hasta los 12 meses de seguimiento. Los autores concluyeron que ambos procedimientos juntos son una opción confiable y efectiva para el tratamiento a largo plazo de la sonrisa gingival.

El caso que vamos a presentar a continuación mostraba una amplia sonrisa gingival. La paciente llevaba coronas con una longitud que no quería alargar, por lo que no podíamos realizar una modificación de su sonrisa a base de un alargamiento coronario. 

Esta es su foto inicial:

El procedimiento quirúrgico se realizó bajo anestesia local. A continuación, podemos observar la sutura, tras la incisión y posterior recolocación labial:

En esta fotografía podemos ver la cicatrización a los 10 días:

Y, por último, os mostramos el resultado final:

La diferencia entre el estado inicial y final supone una mejora estética sorprendente:

Si tienes o crees tener sonrisa gingival y te gustaría solicitar una valoración, no dudes en consultarnos.

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