Ante la ausencia de una pieza dentaria, o tenernos que enfrentar a la situación de perder una a corto plazo, es importante pensar cómo reponerla, ya que el no hacerlo tiene varias consecuencias.

Por un lado, comenzamos a perder espesor óseo, lo que supone un empeoramiento anatómico; por otro lado las piezas contiguas y antagonistas comenzarán a rotarse y desplazarse en busca de contacto; además, perderemos estabilidad oclusal y dificultaremos la masticación...

Sabiendo que es de suma importancia hacer esa reposición, acudiremos a nuestro odontólogo de confianza quien nos hará una exploración y pruebas radiológicas complementarias para orientarnos sobre qué implante colocar y cómo se realizará todo el proceso.

1. En primer lugar, se llevará a cabo el procedimiento quirúrgico de colocación del implante con anestesia. En la clínica Dental Morante usamos generalmente la marca Straumann, cuyos implantes son de Titanio.

En función de las características anatómicas, disponemos de implantes con distintas longitudes, grosores y formas.

2. El paciente acudirá a consulta una semana después, para revisar cómo se encuentra, comprobar el grado de inflamación de su encía y quitar los puntos (en el caso que haya sido necesario darlos).

3. Al mes de colocar el implante, realizamos una prueba de percusión, en la que el profesional lo percute para obtener información sobre el proceso de osteointegración que está sufriendo.

4. Pasados dos meses y medio (en la mayoría de los casos y siempre que nuestro profesional lo prescriba) mediremos el grado de estabilidad del implante mediante el sistema Osstell.
   Si nos da un valor entre 60-70 Consideramos que la estabilidad que presenta es la adecuada para pasar a tomar medidas e ir elaborando su corona protésica correspondiente.
   Si el valor fuera inferior a 60, esperaremos unas semanas más para volver a comprobarlo.
   
   Para el proceso de elaboración de la corona por el laboratorio con el que trabaje la propia clínica, se necesita tomar unas medidas con un transfer de impresión, que se atornilla al implante sólo durante este proceso; cubetas y silicona pesada y fluida, para que nos marquen todos los detalles donde va a ir colocada la pieza y su entorno.

Las coronas protésicas que pedimos al laboratorio, por lo general, van conectadas al implante por un proceso de atornillamiento, y son de metal-cerámica o de zirconio.

A continuación, les mostramos varios modelos de Transfer de impresión.

5. Según los tiempos de laboratorio, generalmente a la semana-10 días, obtendremos una prueba de metal o de estructura, con la que comprobar el ajuste de la posterior pieza protésica a la encía, y la altura que nos permita una correcta oclusión.

6.  Finalmente, pasado un período de tiempo similar al anterior, con la corona protésica ya terminada y disponible en la clínica, se le colocará al paciente verificando que tenga una adecuada anatomía, un color a gusto del paciente, y que pueda ocluir correctamente.

Debemos tener en cuenta que estos tiempos pueden ser variables debido a cualquier contratiempo humano que lo retrase, o bien porque el profesional considere que es necesario realizar alguna otra prueba que haga más satisfactorio el resultado final.

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