Hoy en día, existen diversos métodos ortodónticos con los que conseguir corregir la oclusión y la estética, pero ¿cómo podemos saber cuál es la mejor opción en cada caso? ¿Qué diferencias existen entre brackets y ortodoncia invisible?

La primera diferencia que se nos viene a la mente es la “invisibilidad”, estética o discreción que nos ofrece la ortodoncia invisible, lo que hace que sea el motivo principal para ser elegida por la mayoría de los adultos y muchos adolescentes.

La metodología que emplean, su mecanismo de actuación, es distinta, ya que la ortodoncia invisible se basa en férulas transparentes que llevan impregnadas diferentes movimientos; y los brackets se cementan en los dientes y, junto con los arcos, transmiten al diente el movimiento a realizar.

La higiene bucodental. Las férulas de ortodoncia se retiran para comer y posteriormente realizar el cepillado habitual correspondiente sin problema, antes de volver a colocarse las férulas. Los brackets no se pueden retirar, no son extraíbles, están fijos en el diente, y por tanto se depositan restos de comida entre estos y los arcos, haciendo más complicado eliminarlos.

Urgencias e incomodidades. Con el tratamiento convencional es posible que nos roce un bracket, sobre todo cuando se acaba de comenzar el tratamiento, y nos cree una úlcera; se nos descemente alguno, se nos desplace el arco y se clave en la mejilla… Aspectos que no ocurren con la ortodoncia invisible, la cual es más cómoda.

Responsabilidad o compromiso del paciente. Este factor es muy importante y determinante a la hora de elegir el tipo de tratamiento, ya que el paciente que no es responsable con el uso de las férulas y no las lleva 22 horas al día tiene que saber que no se van a ir cumpliendo los objetivos y, por tanto, no se van a obtener los resultados que se esperaban con el uso de las mismas. Las férulas van a ir dejando de ajustar perfectamente y los movimientos no se llevarán a cabo como se tenía planeado. El tratamiento se alargará. Por eso, especialmente en niños, es un aspecto negativo para usar este tipo de ortodoncia.

Revisiones. Generalmente, se realizan mensualmente, sobre todo por si algún bracket se ha despegado y el paciente no se ha dado cuenta, o si un arco se ha salido del tubo, y poder continuar avanzando con el tratamiento. Respecto a la ortodoncia invisible, el avanzar depende del número de férulas que el paciente tenga, por lo que se podrían espaciar más las visitas dando más férulas, o si al paciente le coincide con algún viaje o acontecimiento, puede venir más adelante a revisión.

Alimentación. Con brackets no se deben masticar alimentos duros (que puedan provocar que éstos se descementen) ni pegajosos, ya que resulta difícil retirarlos. Como las férulas se retiran a la hora de comer, no habría ningún problema.

Duración del tratamiento. Por lo general, la duración del tratamiento es similar usemos el método que usemos.

Innovación. La ortodoncia invisible es una técnica muy avanzada que nos permite, a través de la digitalización, poder ver el resultado de nuestros dientes tras usar las férulas y los movimientos que se llevarán a cabo con cada una de ellas, estimando así la duración total del tratamiento.

Tenemos que saber que el tratamiento ortodóntico siempre debe ser personalizado, por lo que, conociendo toda la información anterior, podremos comparar ambas alternativas de tratamiento y ver cuál se adapta más a nosotros, siempre y cuando el profesional ortodoncista nos recomiende el uso de cualquiera de ellas indistintamente.

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